Entradas y Salidas del Análisis

Por Enrique Cortés. En el segundo año de carrera ya empecé a buscar aquello que era, así lo creía yo, más de mi agrado. Entonces me encontré con algunos de mis maestros: Manuel Sides, Arensburg, J. C. Tazedjian… con el primero que tropecé fue con Manuel, nos reuníamos en su casa todos los miércoles y leíamos textos de Freud, ellos estaban leyendo “lecciones introductorias al psicoanálisis” y yo me apunté al grupo de lecturas; también en ese mismo año me tope con Bernardo A. y también había un grupo, en esta ocasión más numerosos, que se reunía en su consulta y leían textos de Freud; y también me sume a ellos. Al poco me tropecé con Tazedjian, creo que fue en el siguiente curso; él montó el circulo psicoanalítico de Valencia, al cual yo empecé a formar parte. El círculo psicoanalítico de Valencia formaba parte del Campo Freudiano y en Leer más

El lugar desde el cual el analista debe operar es el discurso del analista

Por Enrique C. La última vez terminamos refiriéndonos a las diferentes interpretaciones. De las interpretaciones en plural, en toda su variedad, y las que podemos dirigirle al decir, o sea a la interpretación en singular. ¿En qué estriba la diferencia entre la interpretación al principio y al final de la cura? Si bien los decires del analista no tienen porque ser formalmente diferentes, sí difiere el contexto, es decir la posición del analista en la transferencia. Por lo tanto la diferencia entre la interpretación al principio y al final de la cura son diferentes en sus efectos. Según esto, la interpretación causa el desciframiento del síntoma, al principio actuando en el lugar de gran Otro, A, y la construcción del fantasma, al final, situado el analista en el lugar de pequeño a. Cuando el analista se sitúa en A (lugar del Otro), opera en una doble vertiente; por un lado Leer más

Yo tengo razón… tú estás equivocado…

Por Enrique Cortes. El título de este artículo lo saqué de otro que leí en el País Semanal este fin de semana; por lo tanto es copiado. El auténtico, empezaba diciendo que la mayoría de nosotros creemos que podemos cambiar lo que los demás piensan y que es por esta razón que nos pasamos demasiado tiempo en la vida dándole vueltas a “qué opinan los demás de nosotros”.