Por Enrique Cortes. Hace ya algunos años tuve la suerte de presenciar una actuación de Lluis Llach; Lluis nos cantó para unas ochenta personas y luego, como no, unas copitas de charla. En la actuación dijo que habían canciones que hacía tiempo no las cantaba, porque “no tocaba”; pero que visto lo visto estaba volviéndolas a cantar; corrían los años de la mayoría absoluta de Aznar y allí cantamos todos la gallineta.