EL COORDINADOR DE GRUPOS I

Pienso que la coordinación de grupos más que un oficio, es una artesanía.

De lo que se trata es de ir trabajando artesanalmente en el descubrimiento de la esencia y la originalidad de cada coordinador. No nos interesa producir una masa de coordinadores, o un ejército de coordinadores, todos iguales que a la vez forman a otros todos iguales. Nos interesa la investigación y entonces vamos investigando, pero también artesanalmente, los distintos modos de trabajo de un coordinador, no apostamos a la homogeneización ni a la masificación. Buscamos que cada coordinador, vaya encontrando su propio trazo, que no sea igual al otro necesariamente, que vaya enganchando con eso que le gusta en la vida, con eso que sabe hacer, con eso que siempre hacía y no sabía dónde ponerlo, cómo usarlo cuando coordina grupos.

Cada coordinador adquiere un estilo propio de coordinación, las técnicas y la lógica que se aprende se tienen que anudar a ese “savoir faire”, ese saber hacer que porta en la vida y esto deviene entonces un trabajo artesanal. El resultado suele ser muy bueno, nosotros enseñamos una lógica teórica, pero cada coordinador va tejiendo su propio estilo. El producto no es masificado, ni individualista.

Necesito de los otros para ir trazando mi propio estilo.

Y sabemos que la masificación y el individualismo son dos grandes problemas de la humanidad en nuestros días. En el consultorio, quienes somos psicoanalistas, vemos cotidianamente los efectos subjetivos de la masificación, o sea de “ese mundo sin lugares” o como se lo dio en llamar de “los no lugares”. Universo sin marcas subjetivas, con marcas casi uniformes, iguales en cualquier lugar del mundo, sin tiempo, globalizadas como suelen llamarse. Y en la clínica hay algo del efecto de esta falta de marcas: en presentaciones muy de nuestra época, de borde las llamamos: anorexias, bulimias, síndrome de pánico, psicosomáticas, depresiones muy severas, etc

Un grupo, entonces, es algo complejo, misterioso, siempre está atravesado además por el malestar, ¿por qué?, porque hay un malestar estructural al sujeto, Freud nos lo anticipó ya en 1929 en “El Malestar en la Cultura”. Quienes vivimos con otros, siempre vamos a tener una dosis de malestar, siempre, por definición, salvo que alguno de ustedes invente otra teoría y pueda sostenerla. O sea que hay algo del malestar que atraviesa al ser humano en forma estructural. Según Freud la vida en la civilización va siempre de la mano de un resto que es el malestar. La finitud de nuestros cuerpos, lo real de la naturaleza, lo ingobernable, la enfermedad de nuestros seres queridos, lo que uno tiene que perder para vivir en la cultura, todo eso hace a esta cuestión estructural. Y a Freud no se le pasó de largo subrayar que también el vínculo con “otro” trae malestar. El vínculo con otro podría ser excelente, pero, aun así, si alguno de ustedes conoce algún vínculo, que además no encierre algo de malestar, lo escucho. Freud decía, en 1929, que ante el malestar el ser humano tiene dos caminos posibles, uno es la enfermedad, el encierro narcisista: me encierro conmigo mismo, los síntomas, las adicciones. Las adicciones a sustancias, adicciones a comida, a personas, al trabajo, al ordenador y tantas otras.. Estoy planteando una cuestión lógica importante: que ante el malestar el ser humano puede refugiarse en síntomas, depresiones, síntomas orgánicos, adicciones, en la religión, pero nos enseña Freud: “hay un camino diferente, que es la creación con otros”, el trabajo con otros por los caminos de la creación. El vínculo con otros encierra el malestar, pero paradójicamente nos brinda al mismo tiempo una salida y tal vez esa sea la magia. Entonces si estoy con un grupo ¿no tendré nunca más malestar?, no al contrario, voy a tener nuevos, pero tal vez con los otros podré bordear algo de lo insoportable.

A veces el ser humano tiene una sensación de catástrofe, siente que está todo mal, pero si uno puede a ese “está todo mal”, ponerle un borde, un recuadro, ya está menos mal, es menos desesperante y si es con otros, está menos mal todavía.

Freud justamente nos enseñó que, una vía posible de poder hacer algo con el malestar estructural del ser humano, es la creación – dice Freud – creación, la creación con otros, el trabajo con otros.

Hay que atreverse a inventar, pero, por supuesto inventar con cierta rigurosidad, no inventar cualquier cosa. ¿Qué es la rigurosidad? es la puesta en acto de una lógica. Una lógica es lo que nosotros pretendemos enseñar a los futuros coordinadores; en lo teórico, una lógica para pensar los pequeños grupos, en lo técnico recursos técnicos eficaces, y después que ustedes puedan inventar, siempre y cuando, repito, estén orientados con una brújula, para lo cual es imprescindible saber algunas cuestiones de una lógica mínima.

Grupos de trabajo hay muchos y tal vez los conozcan: grupos de reflexión ¿quién no fue a un grupo de reflexión? los grupos de discusión, los famosos talleres…. (el taller es un tipo particular que no es lo mismo que grupo operativo, ni grupo de reflexión, ni grupo de discusión), los grupos terapéuticos son grupos centrados en una tarea, cuya tarea es curarse. Hay otro tipo de grupo centrado en una tarea, que son los equipos de trabajo. Los equipos en una empresa, en la comunidad, en una escuela. Hay quienes piensan que las empresas se las arreglen con la gente de recursos humanos. Yo no estoy de acuerdo, Las organizaciones, las empresas, las ONGs, son el lugar donde hoy en día vive, sufre, padece, el ser humano. Las empresas cada vez piden al ser humano, no solo full time, sino full life, y hay mucho trabajo para hacer con esos equipos. Una cosa es “full life” y otra es “full time”.

Con el tema de la navegación por Internet, y la globalización hay algo del tiempo que está conmovido. Mañana, tarde, noche, hay algo de esas marcas que se pierde, a cualquier hora se puede estar navegando. Hay ciertos límites de espacio y de tiempo que dejan de operar y esto no es sin efectos.

Entonces un equipo en una organización, o los médicos de un hospital, psicólogos, asistentes sociales y enfermeros que forman un equipo de trabajo, pueden tener conflictos, problemas, y hay que coordinarlos con esa especificidad y es bueno saber que si bien la tradicional dinámica de grupos, si bien es el abordaje más habitual con los equipos, no es el único posible. Hay otros modos de trabajo en la línea de la creación con otros, de los vínculos, de la creatividad, etc.

Hay grupos que se llaman de auto-ayuda, mono sintomáticos, o sea gente se reúne en ese grupo para trabajar en derredor de un síntoma; violencia, alcoholismo, trastorno de alimentación, mujeres solas, hombres solos… A mí no me gusta el nombre de auto-ayuda. En general los grupos de auto-ayuda tienen un coordinador, que si bien sale de sus propias filas, que tal vez padeció el mismo síntoma y luego deviene coordinador y esto no implica que no tenga que formarse. Nombrarlos de autoayuda, remite al individualismo de nuestros días, y como decía Freud, “uno empieza renunciando en las palabras y termina renunciando en las cosas”, entonces es mejor no renunciar en las palabras. Además, lo de autoayuda queda muy de a mano de un modo demasiado pragmático. Hay algo que se pierde de la marca propia, son todos casi idénticos.

Retomamos el tema de los grupos centrados en una tarea. Cuando uno dice grupos centrados en una tarea, Al nombrarlos así estamos indicando que son grupos de gente que se reúnen a trabajar con otros, y que la tarea de ese grupo, además de convocar a los integrantes ayuda a anudar algo de la estructura grupal y no es sin efectos en lo singular. La misma noción de tarea, supone que hay algo que uno, no puede hacer sin el otro. Se trata de un paradigma que cuestiona el individualismo de nuestro tiempo, para realizar una tarea ya está supuesto el otro.

Un coordinador, tendrá que ir armando de a poco lo que Michelle Foucault dio en llamar “caja de herramientas”. Foucault decía que cualquier trabajador, cualquier profesional se acerca al campo de trabajo, lo sepamos o no, con una caja de herramientas.

El coordinador de grupos, también es alguien que tiene un oficio, y lo sepa o no lo sepa, porta siempre eso que Foucault llamó “caja de herramientas”, y con ella se acerca al campo de trabajo. En la caja de herramientas, habría dos tipos de herramientas, unas serían, las herramientas técnicas, y otras las “herramientas teóricas”.

Estoy planteando que hay una pregunta que nos tenemos que hacer quienes trabajamos con gente, que es por la eficacia de la operatoria que nosotros sostenemos, entonces a mi gusto, las herramientas, tanto teóricas como de recursos técnicos, tendrían que ser eficaces, o sea tendrían que poder ayudar. Eficaz no quiere decir que le voy a cambiar la conducta a la gente en una reunión, eso es conductismo, sino, que con las herramientas que nosotros trabajamos, tendríamos que poder propiciar un cambio en cada quién en ese grupo.

Fernando Ulloa, dice: “que el gran desafío para alguien que coordina un grupo es poder producir cambios en cada quién”, y eso no es fácil. Y ¿qué buscamos con los dispositivos grupales?, primero producir cambios en la posición subjetiva de cada quién, y a la vez un coordinador orientará sus intervenciones para producir lo que nosotros llamamos, “trama grupal”, o sea que se trabaja en dos direcciones. Las técnicas tienen que servir para esto, para esa vasculación, ese vaivén, de ir trabajando al mismo tiempo en la línea de propiciar cambios en la posición de cada quién, posición en la vida de cada uno, porque uno es en los grupos como es en la vida y a la vez ir produciendo trama grupal.

Ahora bien, las técnicas no se pueden aprender en un libro, o por internet, son técnicas que están articulados a una lógica, que para cada coordinador irán armando su “savoire faire”, su saber hacer allí.

Entonces en un grupo, por ejemplo, algunas veces uno interviene con técnicas que propicien trama, porque se necesita una red en la que alojarse, otras veces en cambio se apunta con la intervención más al trazo singular.

¿Qué es trama grupal?, trama grupal es un tejido, las mujeres que tejían en los telares iban justamente produciendo una trama. En un grupo, también se trata de ir tejiendo esa trama que aloje al sujeto. Alojamiento subjetivo, lo llamamos desde esa lógica mínima que proponemos; La falta de alojamiento, es uno de los grandes problemas de la subjetividad de nuestra época. En el universo de los no lugares los grupos pueden ofrecer un lugar, un espacio que aloje al sujeto. Si una técnica no aloja, no sirve, está mal pensada, está mal diseñada.  Todo coordinador debería preguntarse : ¿este modo en que yo trabajo aloja a la gente, genera una trama grupal?

Temas tan candentes como el individualismo y la segregación, que tanto preocupan a la humanidad en nuestros días, son interpelados y pueden ser puestos a trabajar en los pequeños grupos.

D. Anzieu, René Kaës y otros psicodramatistas, plantean que todo ser humano se acerca a los grupos con un fantasma propio. Un ejemplo, si toda la vida me sentí excluida, si mi fantasma fuera de exclusión, lo más probable es que yo entre a un grupo y ponga en juego esa fantasmática en el vínculo con otros y enseguida a la primera jugada en la partida de ese grupo, yo recree mi posición de la excluida, mi posición subjetiva de la excluida de los grupos y ya empiezo a ver todo desde allí.  El problema es que uno no quiere “soltar” su fantasma. El fantasma es como una anteojera con la que uno ve el mundo. Es interesante poder ubicar qué lugar cada quien ocupa en su propio fantasma, con qué de ese fantasma se identifica el sujeto. Cada uno está operando desde el lugar que ocupa en su propio fantasma, y los grupos en algunas ocasiones pueden ayudar a conmover algo de esto.

Lacan en su Seminario sobre la Angustia, habla de nociones llave. ¿Qué son nociones llave?, podemos pensar en un llavero. Si yo en un llavero pongo cien llaves, ¿para qué me sirve, por ejemplo, en el momento que tengo que abrir el coche? Yo pienso que la caja de herramientas – como la llamaba Foucault – de un coordinador de grupos, debe tener pocas nociones teóricas que funcionen cono “nociones llaves”. Llaves que permitan abrir e intervenir en el grupo, esa es la idea de “noción llave”.

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