La Orfandad Lo que hay más que nunca es orfandad» M. Zambrano Estás palabras me llevan a reflexionar sobre la destrucción del lugar del hijo. Lo que es inseparable, desde mi punto de vista, de ese proyecto de hombre moderno, enroscado en el despliegue de una libertad que necesita ir destruyendo todos los lazos que lo unen con su pasado. En esa destrucción, al símbolo del Padre le toca quedarse con los platos rotos de la destrucción: el Padre de la tradición, la moral normativa, el opresor o el superior castrador. Símbolo de todos los obstáculos que el hombre halla en el camino hacia la expresión de un “ser auténtico”. Hay que matar al padre, es el grito de guerra. Pero ¿Qué simboliza el padre más allá de esas representaciones? El Padre es la mirada. El Padre juzga y el hijo es juzgado. Y ser juzgado es exponerse a la mirada, tener Leer más